sábado, 24 de diciembre de 2011


Tantas cosas que cambiaron desde nuestro último encuentro. Y a la vez tan pocas.
Me alegra que los sentimientos sigan igual.
Y tu rostro, tal cual lo recordaba, me provocó la misma cantidad infinita de mariposas en la panza. Tu risa contagiosa y sincera develando esa sonrisa que tanto me gusta.
Conquistador.

Me alegra también, saber que podemos hablar eternamente y nunca agotar ningún tema. Siempre hay algo que comentar, algo sobre qué reír, algo que recordar.
También es lindo descubrir que aún cuando estamos lejos, tu me recuerdas, hablas de mí a tus amigos y cuando lo haces, lo haces con una sonrisa sincera en la cara. Esa sonrisa que demuestra la amistad incondicional que hay entre tu y yo.
Esa sonrisa que de fondo, lleva incontables sentimientos e innumerables cómplices miradas que podrían no significar absolutamente nada y a la vez, absolutamente todo.

Con el paso del tiempo, hemos descubierto un montón de cosas que no nos gustan del otro, pero no se compara ni tantito, con el montón de cosas que sabemos que amamos de nosotros.

Lo que hay entre tu y yo, podría definirlo como amor. Un amor de amigos, un amor de amantes, de hermanos, de cómplices, un amor puro, de esos que no se acaban nunca. Un amor simple y sin pretender más de lo que es, porque tu y yo, somos todo eso y mucho más.

Somos un equipo, somos uno parte del otro sin saberlo.

Complementos disparejos que a la vez son tan iguales que en una sola palabra podemos fusionarnos; pero no hablo de una fusión pasional, no hablo de un "tu y yo" en San Valentín, no.

Yo de lo que hablo es de ese sentimiento de saber que estás para mí y yo estar para ti de la misma manera. De ese sentimiento que nos une tanto en una broma como en una seria conversación.
Ese sentimiento de "te amo" que solamente tu y yo podemos comprender, porque nunca estuvimos "juntos" pero al mismo tiempo, nunca hemos estado "separados".

Feliz Navidad, amigo.
Feliz Navidad, hermano.
Feliz Navidad, compañero.


Feliz Navidad, amor.

jueves, 22 de diciembre de 2011


Felices los normales..

Felices los normales, esos seres extraños,
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.
Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.

-Roberto Fernández Retamar.